martes, 14 de octubre de 2008

Singladura para un solo caosnauta

Media jornada vivencial donde el riesgo gratifica y la incomodidad se torna placer.
En un pequeño velero un solo participante y su maestro sueltan amarras para experimentar un nuevo mundo de sensaciones, enfrentando viento y oleaje. Se integran con los elementos de la naturaleza, aprovechando aquellos que necesitan y entregándose de cuerpo y alma, aprenden a atravesarlos sin ofrecer resistencias. Transformar la visión del nuevo caosnauta, quien, como un vigía desde lo alto de la cofa, logra ver más allá del horizonte y de lo aparente.
Programa que se desarrolla a medida del participante único que desea superar brechas personales, afianzar liderazgo y o seguridad en un ambiente inestable, tener una visión, desarrollar una escucha efectiva y sensible, incrementar la confianza y autoconfianza, conocerse, aceptarse, recobrar el alma más que entenderse, darse lugar para vivir.

Este programa puede formar parte de un plan de aprendizaje organizacional o desarrollarse en forma totalmente independiente a nivel personal.

En ambos casos tiene la gran ventaja de poder decidirse hoy e implementarse mañana. Se distingue de las experiencias colectivas por su más rápida implementación y por la privacidad e intimidad que ofrece este espacio individual.